miércoles, 30 de marzo de 2016

Carta perdida de Martín Perea







Suaves como pétalos de rosa corren los rios de belleza sobre tu cuerpo, y yo me encuentro otra vez con las manos sobre tu pelo, aquel que alguna vez solia observar de lejos. Aspirando cada aroma de tu cercanía me fui perdiendo en tu palpitar rotundo, que comienza a ser parte de mi música. Cayendo sobre los peldaños de tu corazón que esta vez me acorrala sobre mis propios pensamientos. Deseos perdidos en la inamovible mirada de tus ojos, que suelen perderse en los mios como hojas de otoño. Resurgiendo de mi templanza al sentir tus labios conocer los mios, y perdiendo el control de mis pensamientos al tratar de liberarme. Movimientos lentos que pretenden bailar sobre el silencio de los besos. Un roce que quema pero no daña, y que se vuelve inadvertido con el transcurso del tiempo. Una ilusión que se vuelve real al sentir tus mejillas surcar mi cuello con cautela, y secarte las lágrimas con las manos más suaves del universo. Suspirar en tus oídos el temor más grande, aquel que suele llevar al hombre a la perdición, un suspiro que se desliza sobre el viento como una gota de lluvia, un suspiro débil que se vuelve inmenso en tu serenidad – Te Amo...

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