sábado, 14 de junio de 2008

HABLEMOS ESTA NOCHE

Las gotas golpeaban la ventana, solo un cigarro encendido alumbraba el cuarto. Un trueno reflejaba, en la habitación, una imagen pálida y sin sentido. Un sillón enfrenta una mesa, sobre esta, un teléfono, una rosa, un vaso de whisky, seis balas y un revolver.
Los dedos de aquel hombre, marcaban siempre el mismo número sobre el teléfono y siempre respondía la misma voz, deje su mensaje después de la señal, la impotencia alumbraba su rostro.
Decide caminar por los oscuros pasillos de su casa observa a aquella mujer que duerme indiferente a aquella tragedia existencial y piensa, ‘todo es tan complicado, todo es tan abstracto’. Decide volver al sillón, bebe un poco de whisky, luego, marca el mismo número de siempre. Ya son las tres de la mañana
¿ Sos vos José?
Si Maria soy yo, no cortes por favor, el verano se fue con vos.
Esto es imposible- dice Maria casi temblando.
Imposible es la mentira-
Solo fue un romance-
No, fueron mil besos, mil angustias, mil secretos-
Guadalupe nos mataría.
Y Pedro también, pero esto es mas fuerte, quiero hablar esta noche, por favor no me cortes- dijo José con una angustia silenciosa
¿Para que hablar del pasado, para que revolver lo destruido, para que girar siempre sobre el mismo circulo?-.
Porque quiero saber la verdad-.
¿Qué verdad?- Preguntó Maria, como quien pregunta el sentido de la vida.
Esa que me destruye cada día, esa que cada vez corre más por mis venas, esa que destruye mi alma, esa que no se puede escapar-.



La tormenta movía los árboles del jardín, la ventana temblaba, en un instante se abrió y Maria sintió la lluvia sobre su rostro, la angustia quemaba su garganta. La música calmo su dolor, “stop Crying in your heart out” sonaba en su cabeza.
Lentamente camina por la casa, con el rostro mojado por la lluvia o por las lágrimas, no esta segura. En la habitación, Pedro duerme distante, Emiliano con la tranquilidad de un niño. Vuelve al comedor tambaleando, con el terror de una persona que esta a punto de morir. El teléfono suena y ella lo escucha, cada ring es una bala que penetra en su alma, una pena. Ya eran las tres de la mañana, ella no podía seguir ignorando al teléfono.
¿Sos vos José?-
¿Es mi sobrino?- Preguntó Jose con una seguridad fatal.
¡Basta!, Guadalupe y Pedro son hermanos, no preguntes sobre mentiras.
Simplemente quiero saber la verdad.
Esto es muy complejo-
Las mentiras son complejas, la verdad es muy sencilla. Maria por favor decimelo.
…- un silencio eterno posó sobre los labios de Maria.
Maria, solo te pido la verdad.-
Pedro sufriría.-
¿Y yo, y Emiliano, no tenemos derecho a saber la verdad?-
La verdad no importa, solo importa la vida.
¡Basta Maria! Solo la verdad.
Guadalupe te mataría-
Solo una respuesta busco. Cuando salga el sol, Me marcharé, hacia la nada, nadie volverá a saber de mí.-
Tenes una vida, una esposa, una hija, un destino- balbuceo María
Nadie volverá a saber de mí-
Solo tu verdad y me voy-
…., ¿Estas seguro?- Preguntó Maria luego de tragarse una lagrima.
Si- un si seco marcó un destino
Es tu hijo, Emiliano es tu hijo, Ahora andante, si Pedro se entera sería el fin, no debe sufrir nuestra locura.-
El amor no razona, solo siente. Adiós Maria.-
¿José?- Un silencio en el teléfono puso un punto final. José observa a Guadalupe, le besa la frente y llora, ve a su hija con tristeza y se ahoga en lágrimas, odia ser tan cobarde. Observa la pistola, termina el whisky, carga una bala y huele la rosa. La pistola sobre la cabeza.
Maria se ahoga en lágrimas, mira los ojos de José en Emiliano y llora, llora como nunca, sus lágrimas retuercen su pecho, se arrodilla frente a la cuna y odia ser tan cobarde.

DURO OTOÑO QUE NO TERMINA LUKAS 2008




dos almas que cruzaron infiernos para conocer un mar y solo encontrados indiferencias......