lunes, 24 de noviembre de 2014

Las ganas de gritarlo por Leo


Existen voces apagadas y tibias, voces que susurran y no se escuchan, por culpa de tener las cuerdas flojas o, peor, porque nunca fueron escuchadas. Son las voces que murmuran historias de lucha y resistencia, de amores y desamores, de resignaciones. Quieren contar miradas, abrazos y encuentros. Tienen hambre de oídos, sed de altoparlantes. Quieren ser publicadas acá y allá, a lo largo y a lo ancho. No saben como, nunca lo supieron.
Gritale a los hijos de puta de siempre
Comentan por lo bajo que estabas hermosa, ¡Solo si te animaras a gritarlo!
Gritale cuánto la querés abrazar
No tengas miedo, si vos naciste gritando ¿o no?
Gritale fuerte, con la boca abierta, que lo necesitás…y cuanto
Gritale a la noche, a esa noche que querés que sea eterna
¡Que te escuchen! ¡Aturdílos!
Gritale a los judas, a los traidores, a los enmascarados
De frente, sin pelos en la lengua, ¡gritalo!
Gritale a tus miedos, a la muerte…¡Que se vayan…bien lejos!
Gritalo a lágrima viva, en medio del llanto
No creo que te arrepientas.

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